En niños...

Los expertos aconsejan que los niños acudan por primera vez al dentista en torno a los siete años, momento el que aparecen los primeros molares y los incisivos ya han salido, por lo que una revisión a esta edad permitirá saber si el desarrollo es correcto o bien detectar posibles alteraciones.
A partir de ese momento, el odontopediatra determinará si será o no necesario llevar algún tipo de tratamiento. Generalmente, a no ser que existan problemas serios, la ortodoncia infantil no se iniciará hasta que tengan todos los dientes definitivos, lo que se produce en un rango de edad en torno a los 11-12 años. La función de la ortodoncia en estos casos será la de posicionar correctamente los dientes para mejorar la salud y la estética de la boca.

En adultos...

La ortodoncia en los adultos suele ser un proceso más lento que en los niños, debido sobre todo a que se trata de bocas que ya han sido sometidas a distintos tratamientos de reconstrucción dental, por lo que la duración de los mismos suele ser de entre 18 meses y 3 años.

El motivo por el que los adultos deciden someterse a un tratamiento de ortodoncia es puramente estético, por lo que, en lugar de optar por los denominados brackets, optan por otro tipo de alternativas como la ortodoncia invisible, unas férulas transparentes que suelen pasar más desapercibidas para los demás.

Lo importante en estos casos es saber que por ser adulto no quiere decir que no pueda someterse a estos tratamientos, siempre es posible lograr una dentadura sana y bien colocada que nos permita desempeñar las funciones fisiológicas de forma completa.