Una extracción dental no solo consiste en quitar el diente. Se trata de una cirugía en la que siempre se van a resentir en cierta medida las encías y los huesos de la boca. Afortunadamente, con los avances tecnológicos han aparecido nuevas técnicas que permiten mantener un adecuado volumen óseo y gingival después de una extracción. ¡Te lo contamos todo en el post de hoy!
Qué hacer para conservar el hueso después de una extracción dental
Existen dos métodos. El más tradicional consiste en poner un injerto de hueso dentro del alveolo dentario en el espacio que quedó después de la extracción, cubriendo este material con una membrana.
El otro método viable consistiría en añadir además un injerto de tejido para garantizar así una encía con volumen que protege al hueso y haga más estética la zona.
Después de la extracción dental ¿Qué ocurre?
Cuando el especialista se asegure que es factible la preservación alveolar en la zona a tratar debe llevarse a cabo la extracción de la forma más limpia posible, sin que se dañe al hueso y nos permita mantener todas las paredes del alveolo intactas para que así que sirvan de contención al material de regeneración a realizar.
Por otro lado, los cuidados a tener en cuenta después de la extracción son los mismos que los que se tienen en una extracción convencional, sin cuidados extremos adicionales. Es por ello por lo que, unos tres meses después de la cirugía, el área de extracción estaría lista para la colocación de un implante en la mejor de las condiciones.
Si quieres más información sobre cómo evitar la retracción de encía y pérdida de hueso en una extracción dental no dudes en ponerte en contacto con Centro Blanco del Campo. ¡Estaremos encantados de ayudarte! 😊
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