La pérdida de una o más piezas dentales siempre es motivo de preocupación. Para empezar, suele ser un importante cambio estético, sobre todo si se produce en el sector anterior. Pero los efectos van mucho más allá, especialmente si no se toman medidas con premura. Hoy te contamos qué consecuencias puede tener la falta de dientes.
La ausencia de piezas dentales es algo más frecuente de lo que pensamos. De hecho, se estima que más de la mitad de los adultos mayores de España carece de dentición funcional debido a este problema.
Pero, ¿qué causa la falta de dientes?
Hay varias circunstancias que pueden propiciar la pérdida de dientes. Una de las más frecuentes es la caries no tratada a tiempo. Este tipo de infecciones pueden evolucionar hasta dañar de forma irreversible la estructura interna de una pieza dental. Otra causa puede ser la enfermedad periodontal. Cuando no se trata la gingivitis, la acumulación de bacterias sigue avanzando. Esto daña las encías, haciendo que se retraigan y se pierda el hueso que sostiene los dientes. Esto demuestra la importancia que tiene acudir de forma periódica al dentista. Un tratamiento temprano de este tipo de afecciones puede evitar problemas más serios como la pérdida de piezas dentales.
Otras causas de la falta de dientes son los traumatismos o las anomalías en el desarrollo de la sonrisa. Un golpe fuerte puede provocar la fractura o pérdida de una o varias piezas dentales. También patologías como la agenesia dental suelen conllevar la ausencia de dientes que no llegan a desarrollarse.
He perdido un diente, ¿qué pasa si no lo repongo?
Como comentábamos anteriormente, los efectos de la falta de uno o más dientes van mucho más allá del impacto estético. De hecho, no solucionar este problema a tiempo puede conllevar daños irreversibles.
Daños en la encía
Cuando una o más piezas dentales faltan, esa zona de la encía queda desprotegida. Así, es susceptible de sufrir heridas debido al impacto de los alimentos. Asimismo, en estos casos se tiende a masticar con otras zonas de la boca. Esto puede provocar sobrecarga y desgaste irregular del resto de los dientes. Además, la incorrecta masticación de los alimentos incrementa el riesgo de sufrir problemas digestivos.
Problemas de maloclusión
Al desgaste y la sobrecarga del resto de dientes, se suman los problemas de maloclusión que puede generar la no reposición de piezas dentales perdidas. Esto se debe a que el resto de piezas tienden a ocupar el espacio que ha quedado vacío. Así, pueden producirse movimientos que deriven en desviaciones e inclinaciones.
También es frecuente que los dientes de la arcada opuesta comiencen a sobresalir buscando ese contacto. Esto hace que se pierda parte de la sujeción que proporciona la raíz.
Pérdida de hueso
La desprotección de la encía, además de incrementar el riesgo de heridas e infecciones, termina derivando en la pérdida de hueso. Es frecuente que, cuando no se repone una pieza dental perdida, esa zona de la mandíbula se vaya retrayendo. Eso hace que cuanto más tiempo esperemos para ponerle remedio, más complicada sea la solución.
Mayor riesgo de caries
Cuando perdemos un diente, los que lo rodean quedan más expuestos. Esto puede aumentar el riesgo de padecer caries. Por este motivo, además de reponer cuanto antes la pieza perdida, es fundamental poner especial cuidado en la higiene bucodental.
¿Cómo puedo solucionar la falta de dientes?
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la falta de dientes tiene fácil solución. Eso sí, es fundamental acudir de forma inmediata al dentista para evitar que la situación empeore. A continuación, te explicamos las opciones que te ofrecemos en el Centro Blanco del Campo.
Implantes
La Implantología es la mejor opción, sobre todo cuando se trata de reponer una pieza dental. Se inserta un tornillo en la mandíbula para simular la raíz del diente y finalmente se carga una corona. El resultado es sumamente natural y con el correcto mantenimiento, tienen una larga duración. Permiten al paciente llevar una vida completamente normal.
Puentes
Los puentes o prótesis dentosoportadas son la mejor solución cuando lo que necesitamos es reponer varias piezas. Se fabrican de forma completamente personalizada y se fijan mediante implantes a los huesos maxilares. De esta forma, el paciente no puede retirar las prótesis si no es con la intervención de su dentista. Como sucede con los implantes son naturales y cómodos.
Prótesis removibles
Este tipo de prótesis sí pueden ser colocadas y retiradas por el paciente. Son la solución a la que suelen recurrir aquellas personas que no pueden optar a implantes debido a la falta de hueso suficiente.
Ahora que ya sabes qué consecuencias puede tener la falta de dientes, no esperes más y ven a vernos. En el Centro Blanco del Campo contamos con profesionales con una larga experiencia en Implantología. Ellos estudiarán tu caso de forma personalizada y te ofrecerán la mejor solución para recuperar tu sonrisa. También puedes encontrarnos y seguir nuestro día a día en Facebook e Instagram.
Comentarios recientes