Diariamente, dedicamos varios minutos tras las comidas a la higiene bucodental, nos cepillamos durante dos minutos, pasamos el hilo dental, enjuague… pero, ¿sabes que también podemos cuidar nuestra salud oral a través de nuestra alimentación diaria? Por todos es conocido que existen alimentos y malos hábitos que, además de manchar nuestros dientes, dañan el esmalte y producen más bacterias de las habituales, pero también contamos con otros que nos ayudan a mantener nuestra boca sana y limpia. ¿Quieres saber de cuáles hablamos? ¡Te lo contamos!
La leche y sus derivados son una importante fuente de calcio, elemento indispensable para la reparación del esmalte dental y proteger, a su vez del desgaste de los dientes. Aquí podemos destacar el queso, que contribuye a reforzar la superficie del diente, o el yogur, que nos aporta nutrientes muy beneficiosos para remineralizar el diente, eso sí, todos estos productos, para que lleven su efecto a cabo, ¡deben tomarse sin azúcar!
Las frutas y las hortalizas son también buenas opciones para una sonrisa saludable, ya que poseen un gran contenido de agua y fibra que equilibran los azúcares que contienen y contribuyen a limpiar los dientes. ¿Sabías también que estos alimentos ayudan a estimular la producción de saliva? ¡Pues sí! Eliminan los ácidos de la comida y las partículas de los alimentos logran neutralizar el ácido y protegiendo así los dientes de las caries.
¿Qué pensáis del agua? Por mucho que no tenga ni olor ni sabor, el agua ayuda a estimular la salivación porque si no estamos bien hidratados, nuestro organismo ahorrará ahora y generará menos saliva de la habitual, y una persona con la boca seca tiene, entre otras cosas, mayor riesgo de presentar caries, enfermedades de las encías…. La recomendación, también para este aspecto, es tomar de 1,5 a 2 litros de agua al día.
Los alimentos ricos en proteínas como la carne de aves de corral, el pescado o los huevos son grandes fuentes de fósforo, lo que desempeña un papel determinante en la salud bucodental, protegiendo y reconstruyendo el esmalte dental. Si la carne y el pescado entran dentro de la categoría de ‘alimentos blancos’ también contribuyen a no oscurecer los dientes.
¿Y qué pasa con la fibra? También nos viene muy bien, y es que, al exigir un mayor esfuerzo en la masticación, cereales integrales o legumbres promueven la producción de saliva y la consiguiente eliminación de la placa bacteriana. En el caso de los frutos secos y las semillas, estos son ricos tanto en vitaminas y minerales, como el calcio y el magnesio, y no olvides que…. ¡cuanto menos procesados estén, mucho mejor para tus dientes!
Ya sabes, una buena higiene bucodental unido a una alimentación sana y equilibrada te ayudarán a mantener tu salud bucal en la mejor de las condiciones. Si no lo has hecho ya, ¡no te olvides de incorporar estos alimentos a tu dieta diaria!
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